Anda que no tenía yo ganas de hacerlos, y por fin se me presentó la ocasión.
Estuve indagando en la red con la finalidad de descubrir a quién se le pudo ocurrir tan original idea, pero lo cierto es que me quedé con la duda. Para mí, tuvo que ser un@ super-ahorrativ@ pasteler@ el que decidió convertir un problema (los recortes de los bizcochos) en estos vistosos y deliciosos postres.
Los cakes pops o piruletas de bizcocho son nada más y nada menos que el equivalente de las albóndigas pero en dulce. Los podéis hacer con el bizcocho que queráis. Yo en esta ocasión las hice con bizcocho de chocolate y queso mascarpone. Se amasan los dos ingredientes, se hacen las bolitas y se ponen a enfriar en la nevera. Luego con chocolate de cobertura los recubrís y decoráis con lo que más os guste. Le claváis el palillo de piruleta y, tan tan.... a degustar.
Que conste que están más ricos al día siguiente. Así pues si contenéis la gula 24 horas, podréis disfrutar de este delicioso postre con todo su sabor.
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