El pequeño Alberto es un amante de los animales, las plantas, los tractores y su madre quiso darle una gran sorpresa en su cumpleaños.
En esta tarta recreamos una pequeña granja para que el niño se sintiera tan feliz como cuando va a casa de sus abuelo. Al parecer le encanta ayudar a su abuelo en los oficios del campo.Su mamá me encargó esta tarta para compartirla con sus amiguitos del colegio y al perecer les gustó tanto que no llegó a nada. Los pequeños fueron capaces de devorar raciones superiores a los 120 gramos. Ese hecho en niños tan pequeños sólo te hace llegar a una única conclusión: La tarta estaba muy buena.
Espero que a vosotros os guste tanto como al pequeño Alberto y sus amiguitos...
que obra de arte!! está todo al detalle!! es preciosa!!
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. Tu también haces cosas chulas...
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