Desde el comienzo la novia tenía muy claro lo que quería. Se enamoró de este diseño y nosotros lo llevamos a cabo.
El 4 de agosto tuvimos el privilegio endulzar la boda de Silvia y Javier en el Hotel Monasterio de San Francisco, en Santiago de Compostela.
Para la ocasión los novios escogieron nuestro bizcocho de vainilla de Madagascar relleno con mousse de chocolate y naranja. Una exquisitez, os aseguro.
A juego con el vestido, la novia seleccionó para la tarta e invitaciones, que también tuvimos el gusto de realizar, los matices blancos y negros que resaltaron armoniosamente, en tan sobrio espacio.
Recientemente hablamos con la novia y nos comentó
que a todos les encantó la tarta. Como siempre digo, para nosotros
es vital crear tartas que transmitan encanto,
magia, emociones. La empatía con los
novios, junto con nuestros conocimientos, marcan la pauta que define nuestro
trabajo. Así pues, nuevamente sentimos el placer de la misión cumplida. Espero que a vosotros también os guste el trabajo.
En breve os enseñaré las tarjetas personalizadas que realizamos para los novios...
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