Rojo pasión, blanco y plata, fueron los colores que escogieron Iván y Helena para endulzar el paladar, de los 85 invitados que asistieron a su boda el pasado mes de enero.
De bizcocho de naranja, rellena de cheesse cream de chocolate, la tarta, os aseguro, era un deleite para el paladar.
Siempre que hago un encargo, procuro practicar lo que yo denomino control de calidad. Es decir, de los recortes que sobran, pruebo que tal ha quedado.
Aunque por todos es bien sabido que al chocolate le quedan genial los cítricos o los frutos rojos, en esta tarta lo pude comprobar. La combinación quedó "para chuparse los dedos".
Desde Las tartas de Yoya, damos nuestras felicitaciones a la pareja. Unos chicos muy majos a los que deseo un futuro muy feliz...
Caracterización en pasta de azúcar (totalmente comestible) de la pareja.
Así de mona quedó nuestra tarta en el Monasterio de Aciveiro
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