Para ello echamos mano de la Glasa Real. Con ella hicimos las filigranas (camino ciego) y puntos del segundo piso que luego resaltamos con una pintura en spay color nacar, que realzó el acabado.
Esta novia nos contrató desde Barcelona su tarta nupcial. Y quiso regalar además, a algunos amigos especiales, unas galletas personalizadas en las que a través de un lenguaje muy particular, reconocían y hacían bromas de temas muy peronales.
Aunque nunca nos llegamos a ver personalmente, se que esta novia quedó muy satisfecha con nuestro trabajo ya que al día siguiente de su boda, nos mandó un mensaje muy cariñoso de agradecimiento.
Peonía hecha en pasta de flores
Para unos amigos que van a tener una niña...
Para dos amigas que se gradúan de médicos
Para un amigo empresario
Para unos recién casados
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