Como Sara es una forofa de Peppa Pig, la madre nos encargo para su sexto cumpleaños, una tarta decorada con esta temática y nos dejó rienda suelta a la imaginación, para decidir la decoración.
Hacía tiempo que yo tenía ganas de poner a estar cerdita en una situación cotidiana distinta, y con el invierno tan pasadito por agua que hemos tenido, que mejor momento para soñar, que ir de paseo en coche, un día soleado primaveral, acompañado por un ser querido a un prado lleno de flores.
A la pequeña Sara, le pareció la idea tan genial como a mi. Así me lo hizo saber su madre.
Me encanta cuando comunicador y receptor se entienden...
Espero que a vosotros también os guste...
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