Esta tarta me la encargó Irene para la celebración del 60 aniversario de su suegro.
Según me comentó, él es un amante del mar y del chocolate. Tiene un velero que adora y ella quería que esa pasión estuviera presente en la celebración.
A pesar de que conté con muy poco tiempo para hacerla, el resultado me encantó.
Ese día me acababan de llegar por correo unos colorantes metalizados (cobre, plata y nácar), y yo estaba como loca para usarlos.
Con el barco vi la ocasión de estrenarlos y el resultado es el que veis.
Personalmente pienso que cuántos más elementos de realismo y volumen le agreguemos a las tartas, más bonito es el resultado.
En cuanto al bizcocho usé mi receta estrella de tarta de chocolate a publicada en otras entradas y según me comentó Irene, a su suegro le encantó…
Una vez más me doy por bien pagada, ja, ja, ja…
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