Para el bautizo de la pequeña Blanca, preparamos esta tarta de vainilla rellena de chesse cream y confitura de fresa casera, y diseñamos para las galletas, la papelería a juego con el bebé de pasta de azúcar que hicimos para decorar el primer piso de la tarta.
A mi particularmente esta combinación de bizcocho y relleno me encanta, ya que la confitura de fresa la dejamos siempre con un toque amargo que contrasta muy bien con el dulzor de la vainilla.Otro elemento del relleno que siempre aconsejo, es el chesse cream, ya que la textura y sabor de esta crema es incomparable. El queso le añade cuerpo a la nata y el resultado es de un 10.
Tarta y galletas con topitos
Baberos, ositos y carritos, como recuerdo del evento
Para hacer la confitura de fresa casera empleamos la siguiente fórmula:
200 grs de fresas frescas selecionadas
100 grs de azúcar
10 grs de ralladura de llimón
Preparación:
Poner a fuego lento todos los ingrediente hasta optener una pasta gelatinosa (más o menos 20 minutos)
Si se quiere guardar envasado al vacío en frascos de cristal, es importante tenerlos previamente esterilizados. Hervir en agua durante 15 minutos y con la pasta de fruta aún caliente, rellenarlos y taparlos.
Se deja enfriar la confitura en el frasco fuera de la nevera hasta alcanzar la temperatura ambiente y luego se pueden conservar a temperatura ambiente o en la nevera, por más de tres meses.
Eso, claro, si se ha hecho bien el proceso. Una vez que se abre el frasco, es recomendable consumirlo en un período máximo de 15 días.
Ya me contaréis si experimentáis con la receta...
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