A sus 85 años Antonia todavía es la que cuida la huerta. Sus patatas, cebollas, tomates, zanahorias, repollos..., son toda su vida.
El 08 de marzo cumplió 85 años, y su familia no quiso pasar por alto ese día. Para celebrarlo nos encargaron esta tarta fondant personalizada, con ella y sus, gafas, su pelito blanco corto, su mandil cruzado y botas negras para andar bien por su huerta.
De bizcocho de chocolate, rellena de chesse cream y confitura de frambuesa, según palabras textuales, que me comentó su nieta, cuando la vio dijo: "es el mejor regalo que me podíais haber hecho".
El 08 de marzo cumplió 85 años, y su familia no quiso pasar por alto ese día. Para celebrarlo nos encargaron esta tarta fondant personalizada, con ella y sus, gafas, su pelito blanco corto, su mandil cruzado y botas negras para andar bien por su huerta.
De bizcocho de chocolate, rellena de chesse cream y confitura de frambuesa, según palabras textuales, que me comentó su nieta, cuando la vio dijo: "es el mejor regalo que me podíais haber hecho".
La cara de sorpresa que puso su abuela, nos dijo Natalia, no tiene precio. Esas emociones y sobre todo, endulzar con un buen postre la sobremesa, son las ventajas que ofrecen este tipo de tartas.
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